martes, 16 de noviembre de 2010

“No trates de persuadirme, voy a seguir en esto”



Todos sabemos por el momento que está pasando Gustavo Cerati, y no sólo Argentina entera, sino que gran parte de la América Hispana se encuentra conmovida aún por el estado de salud de uno de los músicos más geniales que tiene nuestro país. Y como no lo hicimos antes, y ya lo hicieron todos los medios, Lobo Suelto, que forma parte de ese movimiento de la comunicación, le dedica desde sus hojas un espacio de fuerza y bendición a él, que con su música llenó de Magia y Fuerza Natural a más de uno.

Evitar conmoverse es imposible, mucho menos prestando determinada atención a sus canciones. “Determinada” porque cuando antes las escuchabas, las relacionabas a tu vida, o encontrabas cosas muy locas, pero en este momento la concentración implica entender un poco más a dónde puede estar Gustavo en este momento… Su cuerpo está ahí, pero su alma en la magia de la vida, en un camino hacia encuentros inexplicables, o indudablemente, entre las abstractas melodías. Aún no sabemos que tan lejos lo llevará el Convoy espacial, y a Dios gracias porque con una mínima evolución que se da a conocer, reforzamos la esperanza de que Gustavo, al menos “va a seguir en esto”.
Cayendo un poco sobre la superstición, es impactante la sutileza con la que se encontraba conectado en algo inexplicable en este momento, pero que él sintió que tenía que escribirlo, dejando Signos de esperanza en cada palabra. Fuerza Natural es un conjunto de Magia que se amolda a todo lo que le está pasando a Gustavo, e indudablemente más de uno se apoya en eso para darle más y más fuerzas. Incluso desde la biografía de su página web, se asombran de que el día de la presentación oficial del disco, una fuerte temporal impidió que se realizara, pero al día siguiente, el radiante sol les iluminó el camino para poder hacer efectivo el recital, o sea que las coincidencias de este tipo, indican algo totalmente especial.
Es el disco más espiritual de todos, no el único, pero haciendo un repaso, lo anterior hablaba más de amor y cuestiones más reales de la vida, comparado a lo que encontrás en este último. Y como muchos han escrito por ahí en su facebook oficial, da la certeza de que esta muy conectado con Dios, pero no despidiéndose… nada de eso, si no en un previo diálogo interno para seguir en esto de verdad, y poder sobrepasarlo, ya que el viento sopla a su favor. Como un rezo a su deseo de seguir apostando a la vida como músico, porque muchos lo necesitan así, y de golpe y porrazo, como todas las cosas del ser humano, suceden estas cuestiones inesperadas que logran llegar a la reflexión a más de uno, y unir las fuerzas de todos los que buscamos que Gustavo salga adelante.
Y el último mensaje que él escribió en facebook, fue “Hoy Caracas! ▂▇▅▃▄▅▇▃▇█▅▂ ultimo show de este tramo”… “este tramo” indica que hay más tramos por recorrer Gustavo. ¡Volvé pronto de ese viaje! Que tal como lo dijiste en tu canción, podés equivocarte, tenés todo por delante y nunca te sentiste tan bien… solamente son chicos del espacio que juegan en tu jardín. ¡Volvé!

Conexión Sideral

Encontrarse con él en uno de sus últimos recitales como solista, era una conexión exclusiva, un sonido impecable, sumado a ese espíritu positivo que derramaban él y toda su banda, que por cierto, una de las mejores que tuvo, en la que por fin le pegó al ángulo con los coros (ya que venían errando bastante después de Ceci Amenábar), y se notaba el deseo de todos los músicos que lo acompañaban, por dejarlo bien parado. Desde sus corazones podían generar sensaciones de confort tan “especiales-espaciales”, diferenciadas de todas las bandas nacionales, estando él tan dotado de un talento que iba más allá de todo, influenciado por todas esas músicas de otras partes de esta tierra, tan psicodélicas, electrónicas-pop y bien rockeras que lo dejaron ser.
Y Soda Stéreo… vivir (y revivir para muchos), lo que hizo con una de las bandas más importantes del país, fue el mejor regalo de todos. Las luces del escenario, su combinada explosión de flashes con los sonidos de su guitarra, y la emoción de estar de vuelta viendo a esos tipos que por un ciego orgullo y otras salsas, decían que nunca más se iban a juntar. Y cae el Sol, cantar y gritar Cae el Sol. Recordar todas aquellas épocas en las que nuestros padres también escuchaban Soda.
Gustavo tenía la clave para sacarte de cualquier melancolía, y para hundirte en la dulzura, la clave que tienen los buenos músicos: la poesía en una canción.

Si algo queda claro es que lo disfrutaste

Tan enamorado de la vida (y de muchas mujeres), transitó un camino por la música que lo llevó a trabajar con personas tan talentosas como él, creando piezas conceptuales dentro de la historia musical. Recorrió el mundo, lo contempló, lo disfrutó y lo dejó escrito. Una vida maravillosa, en la que lo mínimo que podía afectarlo, eran los conflictos con otros humanos, propios de cualquier persona.
Se rodeo de fiestas, de fama, de ambientes buenos y malos. Tropezó con hermosas redes, y lo transmitió, con la capacidad de encontrar las palabras justas para cada momento.
Es padre de dos hijos traídos al mundo por amor, disfrutó placeres que no muchos alcanzan, y ahora le tocó pasar por una prueba de fuego. Que sin lugar a dudas, en un camino de 51 años de vida, la experiencia, la sabiduría y el conocimiento lograrán que la pase.
Se bancó durante toda su carrera las típicas críticas que lo defenestraban, por “cheto glamoroso” lo mataron en vida con el cantito más conocido de los recitales de Rock, precisamente de ricoteros y fans de Sumo, que con bronca por la muerte de Luca, le tiraron la bola a él y no tenía por qué ligarla, ni nadie merece que le deseen la muerte ni en broma (con excepciones a la regla, del tipo “fraudes/hipócritas/políticos/empresarios/mercenarios”).
Dijo cosas cuestionables al respecto, mucho antes del cantito que lo mataba, y se creó otra división más: “Si escuchas los redondos, no escuchas Soda”… El más estúpido de los conflictos musicales, la música es música, y uno elige lo que quiere escuchar mediante un estado de ánimo reflejado en el momento que pasa cada uno, más la identificación sentimental que busca generar la conexión musical. Y no escuchas lo que te diga la hinchada. Pero así es la “hinchada”. En el único lugar donde se desenlazan esos conflictos es en la madurez del corazón, la mente y el oído. Hay momentos para Patricio Rey, para Sumo y para Soda Stéreo…
Y acá estamos deseando que no se vaya, como nunca antes, porque ese optimismo que lo caracterizaba, no se encuentra por cualquier lado.
Si hay algo que queda claro es que “algo” existe…
Podría ser un Lago en el Cielo, una conexión Universal, un Alma musical en pausa, un triste golpe para analizar como retomar lo que viene detenidamente, la ruta que indica el destino o, con una mirada más terrenal/objetiva/científica, un músico ultra famoso y rico, que se golpeo fuerte con los excesos de todo tipo y está padeciendo las consecuencias de un accidente pronosticado, que se pudo haber evitado.
¿Quién lo sabe? Gustavo, Dios y el Universo, pero por ahora debemos esperar el próximo indicio desde la televisión.

Bless

Marina Miguel

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