Lancé en mis redes sociales la consigna sobre qué opinan mis seguidores al respecto de las nuevas modas musicales, refiriéndome sobre todo desde el TRAP a la llamada cumbia 420 “pa los negros”. Fueron variadas, pero una sola persona la defendió “son los únicos que están diciendo algo interesante”. Tomé nota de eso y abrí mi mente y mi computadora para que suene WOS. Confieso que lo único que había escuchado y de la única manera que formaba mi opinión fue a través de las historias de Instagram de otros seguidores que tengo en esa red social. No había escuchado nada hasta escuchar esa opinión que mencioné y más que los 15 segundos de una historia que, apenas sonaba en mi celular la sacaba automáticamente.
Es que si bien tengo 35 años, soy criada por un padre rockero (que en paz descanse), que desde que yo tenía 4 años él escuchaba Pink Floyd, pasando por Patricio Rey y Sumo. Mi papá siempre tenía los mejores discos y CD´S de rock, y aunque yo tuve mi etapa “bolichera”, con todo lo que eso significa (escuchar pop, cumbia, etc.), pude valorar desde pequeña el rock and roll. Por eso me cuesta muchísimo aceptar que las nuevas generaciones estén haciendo este tipo de música dominante, pero celebro que lleguen a las más de 50 millones de reproducciones en Youtube, o que se puedan comprar 4 Mercedes Benz en 1 año de carrera.
¿Qué sucede con la música actual? Creo que lo que sucede es que con internet las herramientas para crear música son mucho más accesibles que antes. Hoy abundan los estudios de grabación, todos quieren cantar y hacer su música, y lo celebro, porque aunque no me guste la música que hacen, por lo menos están haciendo bailar a generaciones enteras con sus canciones.
También, las mujeres están ocupando un rol preponderante en la música, siendo cantantes o instrumentistas, y se animan a salir al escenario a brillar. Muchísimas chicas están participando de bandas de cumbia, del movimiento Indie, del Trap, y eso está buenísimo porque habla de una preparación previa con respecto al dominio del instrumento.
Lo que a mí me preocupa son algunas letras que denigran a la mujer y denigran a los hombres sin escalas. Como una especie de competencia entre géneros sobre quién es mejor no sólo cantando si no también “garchando”. Eso no está bueno para la música y para que las generaciones que vienen capten, porque no es el mensaje que se debe dar a la sociedad con un arma tan poderosa como el micrófono. Pero ¡Hace lo que quieras!
Otras en cambio son muy bonitas, sobre todo en aquellos que agregan sonidos rockeros, arreglos de guitarras, de teclados, que quedan muy bien en las canciones de WOS, por ejemplo. Que es al único que voy a nombrar porque de verdad me tapó la boca, porque con sus 24 años logró llegar a muchísimas personas en poco tiempo; lo que le lleva toda una vida a los músicos de otras bandas.
¿Cuáles son las razones de estas llegadas masivas? ¿Son las nuevas modas, los nuevos gustos musicales? ¿La industria musical se ocupa de endiosar a estos nuevos movimientos artísticos para vender más? Son interrogantes que me quedan en la cabeza sin respuestas hasta el momento.
En definitiva lugar para todos hay en el universo musical, pero como todo en esta vida, si no tenés dinero para comprarte una computadora, una placa de grabación, una cámara de fotos, o para alquilar los equipos necesarios, no llegas, a menos que tengas los amigos o contactos correctos para hacer que tu música sea escuchada por todos. Siempre las carreras tienen obstáculos, y este país el principal es el dinero, pero hoy con una conexión a internet podes investigar muchísimas ramas musicales, sin caer en la fácil de copiar o de robar info, pero si nutriéndote de los que hicieron nuestros ancestros.
En cambio yo, siempre voy a preferir el rock. Y esos que piensan que “el rock ha muerto”, que sigan escuchando mierdas.
Marina Miguel
