lunes, 9 de agosto de 2010

Un arte convertido en comodidad

Melómanos aficionados a la compra de cd`s, nos alarmamos ante ese ultimátum en referencia a la muerte de la fabricación de este formato. Si bien, en toda la historia de la industria musical, cada invento nuevo fue superando al del momento, desde el primer disco de pasta, el vinilo, el legendario (y si muy muerto) cassette, hasta la presencia del cd, ¿Sería aceptable comprar un Mp3 en un puerto USB, con imágenes exclusivas en formato "Jpg", para que podamos coleccionar en nuestra biblioteca digital de la PC? ¿Y seguir considerándolo de culto o artístico?
Imaginando esas versiones mágicas y artísticas que dan los ejemplares edición limitada, como el disco de TOOL Lateralus, con todo un librito único en papel acetato, súper pensado “científico” y muy entretenido, esta idea apresurada de dejar de fabricar el formato cd implicaría muchas desilusiones a los verdaderos coleccionistas de música y a los músicos que están de acuerdo con que el disco tiene todo un arte visual que va de la mano con su propio arte musical por más dinero que le cueste perder.
La verdadera importancia visual y sentimental que tiene un disco original, está perdiendo un alto grado de protagonismo y desvalorización que no se merece ningún artista. Aunque la descarga gratuita de Internet, le permite a todo el mundo escuchar la música más exquisita de manera gratuita, y la mayoría de las veces las ediciones son de precios inalcanzables, se debe negar cualquier teoría que afirme su desaparición o "muerte".
El comprar un disco es también parte de un gusto propio, un lujo que uno se puede dar y que sólo los coleccionistas lo pueden entender, aunque hoy en día, muchos de esos fanáticos opten por la comodidad (tanto del acceso gratuito como de la descarga al instante), que brinda el Mp3 y se produzca una colección mixta.
Una mención importante, que también puede sostener esta postura, que pide a gritos dejar de lado esa idea un tanto absurda de dejar de fabricar cd´s, es la certeza de que el MP3 no tiene la misma calidad de audio, pero la tecnología siempre quiere estar a un paso delante de todo.
Es inimaginable una versión en formato USB, de Ummagumma de Pink Floyd. Vale recordar que además de ser un disco doble, venía con un póster igual a la tapa del disco de estudio, con una foto de David Gilmour sentado en una silla, en el hall de una casa (de campo, quizás), por detrás a Roger Water sentado en el césped mirando hacia la cámara, Nick Mason mirando al cielo y Richard Writght también sobre el pasto, pero acostado de espalda con las piernas levantadas. Al lado de Guilmour, un cuadro en el que se veía la misma situación pero con cambios de lugares y bis. Si bien son valores materiales, llevan consigo una carga artística propia de la industria cultural, pero que llegan al ojo y a la pertenencia logrando sentir compañías en momentos de soledad, otros de aburrimiento, y que cada vez que uno limpia o los cambia del lugar a donde los tiene, siente ese honor y orgullo personal por ese gusto tan particular por la colección. Sea cual fuera, con los libros, revistas y todo tipo de cosa para coleccionar pasa exactamente lo mismo.
La ventaja de hoy en día es la descarga sin límites que tiene la música; el sentimiento que provoca una melodía, está de igual modo, en un cd´s como en un mp3. Cierto es que para cualquier trabajador de radio, la comodidad que implica el traslado del material musical es más práctico y fácil. Lo bueno sería que jamás se dejara de fabricar una cosa, y que no se piense en suplantarla, porque todavía existen personas en todo el mundo que consumen uno u otro formato, sin importar de la generación que estas sean.
Otra alternativa es aceptar que lo que está fabricado y disponible a la venta, es lo que se va a seguir distribuyendo, (así como pasa con el vinilo), y que al igual que el e-book, lo que sigue es acostumbrarse y trasladarse al consumo del mp3.

Marina Miguel

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